Dani Carvajal recriminó a Lamine Yamal sus palabras en la previa del partido y provocó una tangana monumental. Vinicius, Raphinha y varios más acabaron involucrados en una escena que podría pasar factura en los vestuarios de España y Brasil.
El Clásico volvió a ser puro fuego. Polémica, goles, tensión… y una tangana final que dejó claro que la rivalidad entre Real Madrid y FC Barcelona sigue tan viva como siempre.
El Real Madrid se llevó el Clásico por 2-1, pero el pitido final no trajo la calma esperada. Cuando el partido parecía cerrado y el ambiente se enfriaba, Dani Carvajal encendió la mecha. El lateral madridista se acercó a Lamine Yamal para recriminarle sus declaraciones previas en la Kings League, donde el joven azulgrana había insinuado que “el Madrid roba”. Las palabras no sentaron nada bien en el vestuario blanco, y el enfrentamiento estalló en el centro del campo. Lejos de recular, Lamine no se achantó. “Nos vemos en la puerta”, habría respondido el extremo culé. En ese momento, Thibaut Courtois intervino para defender a su compañero, lanzando nuevas críticas hacia la perla del Barça.
Entre empujones y reproches, Camavinga intentó poner paz, sin éxito. Vinicius, molesto también por las palabras de Lamine, se encaró con él y tuvo que ser frenado por sus compañeros. Entonces apareció Raphinha, dispuesto a defender al joven culé. En cuestión de segundos, el Clásico se convirtió en un auténtico campo de batalla.
Las consecuencias no tardaron en llegar: Lunin fue expulsado, mientras que Ferran Torres, Fermín López, Eder Militao, Rodrygo, Balde y el propio Vinicius vieron la amarilla. Las cámaras de DAZN captaron cada instante de la escena, que rápidamente se volvió viral en redes.
¿EL VESTUARIO DE ESPAÑA Y BRASIL, EN PROBLEMAS?
La gran incógnita ahora está en el vestuario de la Selección Española. Carvajal, uno de los capitanes del equipo de Luis de la Fuente, se enfrentó directamente a una de sus jóvenes estrellas. En los últimos años, el combinado nacional se había caracterizado por su unión y ambiente familiar, pero este encontronazo podría cambiar las cosas de cara al próximo parón internacional.
Por otro lado, vimos como Vinicius y Raphinha tampoco tienen la mejor de las relaciones. Raphinha no dudó en entrar a la batalla a recriminar a Vini los gestos que este estaba haciendo a Lamine.
Lo que está claro es que los Clásicos de siempre han vuelto. Se acabaron los gestos amables y los mensajes de respeto. Esta nueva generación no busca quedar bien: quiere dejar claro quién manda en el partido más visto del planeta.


