El conjunto de Míchel Sánchez, sufrió más de la cuenta y necesitó de 30 minutos extra, para sellar el pase a la siguiente ronda.
Míchel apostó por la fórmula habitual en este tipo de compromisos coperos, combinando jugadores menos habituales con varias promesas del filial. El técnico dio descanso a piezas clave como Ounahi, Blind o Àlex Moreno, para dar entrada a jugadores como Abel Ruiz y Vladyslav Krapyvtsov, quien jugó bajo palos ante las molestias en la espalda de Dominik Livakovic. En el bando local, el encuentro se torció muy pronto: Mateu Ferrer, la referencia ofensiva del Constància, sufrió un fuerte golpe en el hombro tras un choque con Lass Kourouma y tuvo que ser sustituido a los quince minutos de juego. Para mayor infortunio, su relevo, Sampedro, también se vio obligado a abandonar el terreno de juego antes del descanso por molestias en el aductor, dejando al conjunto balear con dos cambios forzados antes del intermedio.
UN INICIO CÓMODO QUE SE COMPLICÓ
El partido empezó con el guion esperado, el Girona dominando la posesión y el Constància replegado, esperando su oportunidad. A los 38 minutos llegó el 0-1, obra de Cristhian Stuani, que aprovechó un pase por arriba de Cristian Portugues “Portu” para batir al meta local con un remate acrobático.
Pese al gol, el Girona no logró cerrar el encuentro. El Constància, empujado por su afición, fue ganando terreno en la segunda mitad y encontró su premio en el minuto 76: Joan Socias culminó una gran jugada colectiva con un disparo raso que sorprendió a Krapyvtsov. El tanto desató la locura en las gradas de Inca y envió el duelo a la prórroga.
TSYGANKOV Y VANAT AL RESCATE
Con el físico al límite, el Girona tiró de calidad para resolver el partido. En el minuto 102, Viktor Tsygankov firmó el 1-2 con un golpeo seco dentro del área. Apenas cinco minutos después, Vladyslav Vanat amplió la ventaja con un remate directo a la escuadra (1-3).
Todo apuntaba a que el encuentro estaba resuelto, pero el Constància no se rindió. En el minuto 119, Pau García recortó distancias con un zapatazo desde fuera del área que hizo temblar los cimientos del pequeño estadio. Sin embargo, no hubo tiempo para más y el Girona consiguió avanzar de ronda con más sufrimiento del esperado.


