La noticia llegó temprano, sin aviso y con la contundencia de lo inevitable. El partido entre el FC Barcelona y el Villarreal CF, previsto para el 20 de diciembre en Miami, quedaba cancelado este martes en plena noche de Champions. Un giro de los acontecimientos que según la patronal dirigida por Javier Tebas, se debe a “la incertidumbre generada en España durante las últimas semanas”.
El plan se fraguó hace meses. El presidente de la LaLiga, Javier Tebas, lo presentó como el primer partido oficial en suelo estadounidense. Una idea que contaba con el apoyo del Barcelona y los promotores americanos.
El Villareal, en cambio, mostró reservas desde el principio. Cuestiones logísticas, de calendario y el temor de alterar la competición fueron argumentos suficientes para hacer que los jugadores protestaran sobre el duelo al otro lado del Atlántico.
El anuncio que lo cambió todo
El martes por la noche, varios medios adelantaron la noticia. LaLiga y Relevent, la promotora americana, mantenían conversaciones tensas. Horas después llegó el comunicado: el partido no se jugaría fuera de España.
Los dos clubes se enteraron casi al mismo tiempo que la prensa. En Villarreal, el enfado fue inmediato. Las cámaras captaron a su consejero delegado, Fernando Roig, manteniendo una conversación telefónica cargada de tensión en el palco de la Cerámica, mientras el Villarreal perdía por 0-2 contra el Manchester City.
En Barcelona el tono fue diferente. El club acató la decisión, pero lamentó una “oportunidad perdida” para consolidar su marca en un mercado clave como el estadounidense. En su entorno se habla de decepción, de un proyecto trabajado durante meses que se vino abajo en cuestión de horas.
Tebas no se calla
Por su parte, Javier Tebas ha aparecido hoy con un contundente comunicado en X (anteriormente Twitter).
“Apelan a la integridad de la competición quienes llevan años cuestionándola”, ha lanzado con ironía.
El presidente defendió el proyecto como “una oportunidad histórica para competir con la Premier y la Champions”, y responsabilizó al entorno de haber frenado una iniciativa “clave para el futuro económico de la Liga”.
Vuelta a casa
Las intenciones de crecimiento global de clubes como FC Barcelona y Villarreal CF son compartidas. Pero la forma, la comunicación y el momento han generado nuevas grietas para el fútbol español.
Varios equipos de la LaLiga ya habían manifestado su oposición: alegaban que desplazar un partido fuera de España podría “adulterar la competición”. Además, algunos jugadores protagonizaron acciones de protesta que la patronal decidió ignorar. 
El partido se disputará finalmente en el Estadio de la Cerámica. Sin Miami, sin cámaras americanas y sin la épica del “primer encuentro oficial fuera de España”.


